Ruidos
que se escuchan en afecciones pulmonares:
- crepitaciones:
son ruidos de poca intensidad, que se parecen un poco al sonido que ocurre
al frotar un mechón de pelo o despegar un velcro. Se auscultan durante el
ciclo respiratorio, pero especialmente, durante la inspiración. Distintas
situaciones patológicas que afecten el pulmón pueden dar estos ruidos
crepitantes o crepitaciones. Entre ellas se distinguen:
-áreas mal ventiladas como ocurre en las bases pulmonares de un paciente que hipoventila: las crepitaciones ocurren hacia el final de la inspiración, en el momento que el pulmón se expande al máximo y entra aire a pequeñas vías aéreas que estaban cerradas. Es como un estallido de finos ruidos. Estos crépitos muchas veces desaparecen si se le pide a la persona toser varias veces, y por lo tanto, expandir bien los pulmones (estos crepitos que desaparecen se llaman distelectásicos).
-áreas inflamadas como ocurre en una neumonía: en
estos casos las crepitaciones también ocurren de preferencia durante la
inspiración, y si la neumonía está recién comenzando, se escucha como un
estallido al final de la inspiración.
-pulmones alterados en su anatomía, con fibrosis
pulmonar: en estos casos las crepitaciones tienden a escucharse tanto en la
inspiración y en la espiración, y son de una tonalidad más gruesa y seca. Antiguamente
se les llamaba “crujidos pulmonares”. (Nota: los humanos se caracterizan por
cambiar las clasificaciones cada cierto tiempo).
-procesos inflamatorios bronquiales, especialmente de
vías medianas y pequeñas: también es posible escuchar en estas condiciones
ruidos crepitantes, tanto en inspiración como en espiración. Es posible en en
algunos casos den la impresión de ser ruidos más húmedos, y pueden variar con
la tos. Antiguamente se llamaban “estertores de pequeña burbuja”, pero este
término ha caído en descrédito.
Como
se puede ver, bajo el término de “crepitaciones” se reúnen sonidos que se
pueden escuchar en distintas afecciones pulmonares. La razón de esta agrupación
sería fundamentalmente la dificultad de distinguir entre una afección y otra,
por lo menos basado en el sonido propiamente tal. Ayudado por la clínica, es
más factible formarse una mejor idea de lo que pueda estar ocurriendo.
En obstrucciones bronquiales:
- sibilancias: son ruidos continuos, de alta frecuencia, como
silbidos. Se producen cuando existe obstrucción de las vías aéreas. Son
frecuentes de escuchar en pacientes asmáticos descompensados, tanto en la
inspiración como en la espiración (son verdaderos “pitos”). También en
personas con enfermedades bronquiales crónicas de tipo obstructivas, que
presentan una espiración prolongada y en ese momento se escuchan
abundantes sibilancias y, eventualmente, roncos. Muchas veces, los mismos
pacientes los escuchan. En pacientes que tienen escasas sibilancias, es
más factible escucharlas al acostarlos y auscultar sobre la pared anterior
del tórax.
- roncos: son de más baja frecuencia que las sibilancias
y se producen en situaciones parecidas. Suenan como “ronquidos”.
Frecuentemente reflejan la presencia de secreciones en los bronquios. Pueden
generar vibraciones palpables en la pared torácica (frémitos).
En pacientes con neumonías:
- respiración
soplante o soplo tubario: es lo que se escucha al auscultar sobre
un foco de neumonía extenso. La condensación sirve para transmitir mejor
el ruido traquiobronquial a la pared torácica. El murmullo pulmonar
seguramente va a estar ausente debido a que los alvéolos van a estar
llenos de secreciones y en la auscultación va a destacar la respiración
soplante o soplo tubario.
En estas condiciones también se puede llegar a encontrar lo siguiente:
-broncofonía o pectoriloquia (“pecho que habla”): la transmisión de la voz también está facilitada por lo que al aplicar el estetoscopio en la pared torácica se distingue muy nítidamente cada sílaba de las palabras que el paciente emite.
-pectoriloquia áfona: es lo mismo que lo anterior, pero se refiere a la capacidad de distinguir las palabras sobre la pared costal cuando el enfermo las pronuncia en forma susurrada o cuchicheada.
En
inflamación de las pleuras:
- frotes pleurales: son ruidos discontinuos, ásperos, que se deben
al roce de las hojas pleurales, cuando están inflamadas. El sonido sería
parecido al roce de dos cueros. Para que se produzca es necesario que las
pleuras estén en contacto ya que al desarrollarse un derrame, terminan
separándose.
En pacientes con derrames pleurales extensos (que colapsan parte del parénquima pulmonar vecino): a
veces, especialmente en la zona más superior del derrame, podría ocurrir:
- soplo pleurítico:
viene a ser como una respiración soplante, habitualmente más suave
(seguramente el líquido comprime parénquima pulmonar y esto facilita la
generación del soplo).
- egofonía o pectoriloquia caprina: es la
posibilidad de distinguir la transmisión de la voz al pronunciar palabras,
pero con una alteración de modo que se transmiten sólo algunos tonos (de
preferencia los más altos) y lo que se termina auscultando son sonidos
intermitentes como el balido de una cabra (en la práctica es poco
frecuente de escuchar)
En
estrecheces a la vía aérea alta:
- •cornaje o estridor: es un ruido de alta frecuencia, que se debe a una
obstrucción a nivel de la laringe (especialmente por compromiso de las
cuerdas vocales que se cierran) o una estenosis de un segmento la tráquea.
Es un ruido fuerte que se escucha a la distancia. Se ha comparado con el
ruido que se genera al soplar un cuerno.
En
pacientes incapaces de toser bien, frecuentemente comprometidos de conciencia:
- estertor
traqueal: es un ruido húmedo que se escucha a distancia en
pacientes con secreciones en grandes bronquios y traquea. Se tiende a
encontrar en personas graves, comprometidas de conciencia, que no son
capaces de toser y despejar esas secreciones.
Resumen
que integra los principales hallazgos del examen físico en distintos cuadros
clínicos:
- lo normal:
respiración tranquila, con una percusión sonora, vibraciones vocales
palpables, murmullo pulmonar presente y sin otros ruidos agregados (Nota:
como se puede apreciar, implícitamente se describe lo que se captó
mediante la inspección, percusión, palpación y auscultación, sin tener que
decirlo).
- neumonía extensa, condensante: podría observarse alguna alteración de la respiración, habrá
matidez en la zona de la neumonía, aumento de la transmisión de las
vibraciones vocales, abolición del murmullo pulmonar, auscultación de
crepitaciones (especialmente en la inspiración), respiración soplante o
soplo tubario y broncofonía.
- derrame pleural extenso: la respiración podría estar bastante normal o presentar alguna
alteración, habrá matidez en la base pulmonar comprometida, que puede
tener la modalidad de matidez hídrica y un ascenso hacia lateral (curva de
Damoiseau), con disminución o abolición de las vibraciones vocales,
disminución o abolición del murmullo pulmonar. Respecto a ruidos
agregados, podría no haberlos, o escuchar unos pocos crépitos, y en unos
pocos pacientes se podría llegar a escuchar en la parte más alta del
derrame un soplo pleurítico y, quizás, una egofonía. Una maniobra que
puede ayudar a constatar que se trata de un derrame sería cambiar al
paciente de posición y ver si la matidez se desplaza (lo que rara vez es
necesario efectuar).
- crisis asmática o paciente con obstrucción bronquial por
otros motivos: es frecuente ver que el paciente respira con
dificultad, puede verse afligido, haciendo uso de la musculatura
intercostal
y
supraclavicular para respirar mejor. Es frecuente que el paciente tenga una
respiración “ruidosa” (término que se usa cuando la respiración se escucha a la
distancia). Muchas veces, especialmente en enfermos crónicos con mucha
obstrucción bronquial, la espiración está muy prolongada por la dificultad que
tienen para exhalar el aire. El tórax se aprecia hiperinsuflado; la percusión
es sonora o hipersonora; la transmisión de las vibraciones vocales está
disminuida; el murmullo pulmonar también se aprecia disminuido, pero presente. Como
ruidos agregados lo que más destaca son las sibilancias y los roncos, que
pueden ser inspiratorios y/o espiratorios; podrían haber algunas crepitaciones.
- neumotórax extenso de un lado: a la inspección podría no notarse mucho, pero en la percusión
podría haber más sonoridad en el lado comprometido y lo que más va a
llamar la atención es que en ese lado la transmisión de las vibraciones
vocales y el murmullo pulmonar van a estar muy disminuidos.
- enfisema: es
un cuadro caracterizado por la destrucción del parénquima pulmonar y la
hiperinsuflación de los pulmones. Es frecuente encontrar que el paciente
está disneico, respira con dificultad, podría estar cianótico; tienen un
tórax hiperinflado (o en tonel), va a estar hipersonoro y con un murmullo
pulmonar muy disminuido, casi ausente. La espiración tiende a estar
prolongada. Podrían haber algunos roncos y sibilancias y, quizás, algunas
crepitaciones.
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