Reconocimiento
de los distintos ruidos cardíacos.
Se
comienza identificando el primer y segundo ruido. R1 da comienzo a la sístole y R2,
a la diástole. La onomatopeya es lub-dub o dam-lop. Si la frecuencia cardíaca es
normal, en general, es fácil identificar cuál es el primero y cuál es el
segundo. En caso de duda, especialmente si existe taquicardia, conviene palpar
concomitantemente algún pulso arterial, como el carotídeo o el radial: R1 coincide con el comienzo del latido. Habitualmente
el componente mitral y tricúspide del primer ruido se escucha al unísono, pero,
en ocasiones, se logra auscultar desdoblado, especialmente en el foco tricúspide.
La intensidad del primer ruido depende del grado de apertura de los velos
valvulares: si al comenzar la sístole están más abiertos (p.ej.: estenosis
mitral), R1 es más
intenso.
En
la base del corazón se escucha mejor el segundo ruido y sus componentes A2 y P2. El componente aórtico
(A2) es más fuerte y se ausculta en todo el precordio, desde el 2º
espacio paraesternal derecho hasta el ápex. El componente pulmonar (P2)
es más débil y, en condiciones normales, se ausculta en el 2º o 3er espacio paraesternal izquierdo;
normalmente no se escucha en el ápex o el foco aórtico. Durante la inspiración
el cierre de la válvula pulmonar se retrasa por la mayor cantidad de sangre que
llega al tórax y el segundo ruido se puede auscultar desdoblado. En
hipertensión arterial, A2 se
ausculta más intenso y en hipertensión pulmonar, P2 es más intenso (y se puede auscultar
en un área más amplia).
El
tercer (R3) y cuarto (R4) ruido puede estar o no
presente. Su interpretación, como fenómeno normal o patológico, depende del
contexto global. En hipertensión arterial, frecuentemente se ausculta un cuarto
ruido (R4); en insuficiencia cardíaca, un tercer ruido (R3).
En ocasiones, estos ruidos juntos con R1 y R2 dan a la auscultación una cadencia de
galope (como el ruido de un caballo galopando). El galope auricular tiene una
secuencia R4-R1-R2 y una onomatopeya ken-tá-qui,
ken-tá-qui...; el galope ventricular tiene una secuencia R1-R2-R3 y una onomatopeya te-ne-sí,
te-ne-sí... En
insuficiencia cardíaca se escuchan estos galopes con alguna frecuencia.
Existen
otros ruidos que se pueden escuchar. Las válvulas cardíaca habitualmente al
abrirse no producen ruidos, salvo cuando están engrosadas o alteradas en su
estructura. Si esto ocurre en una válvula mitral con estenosis y velos
engrosados -secuela de una enfermedad reumática-, al momento de abrirse la
válvula, se produce un ruido seco y de tono alto, llamado chasquido
de apertura. Esto ocurre después del segundo ruido, al comienzo de la
diástole. Si la válvula afectada es la aórtica que presenta una estenosis y
velos engrosados, al abrirse se produce un ruido de tono alto llamado clic
aórtico. Se escucha después del primer ruido, al comienzo de la sístole.
Otro clic que se puede escuchar hacia la segunda mitad de la sístole es por el
prolapso de un velo de la válvula mitral. Ruidos equivalentes para los
descritos en el corazón izquierdo podrían ocurrir en el corazón derecho, peso
son más infrecuentes.
Otro
ruido que es posible encontrar se relaciona con las hojas del pericardio
inflamadas durante una pericarditis. El roce entre ambas es capaz de generar un
ruido que se sobrepone a los normales del corazón y que se llama frote
pericárdico, el cual, si es intenso, puede dar un frémito
pericárdico (se palpa la
vibración). Los frotes se pueden auscultar en la sístole y la diástole, o en
sólo una fase del ciclo.
Principales
características de los ruidos cardíacos:
R1 (primer ruido): corresponde al cierre de
las válvulas mitral y tricúspide. Se ausculta mejor hacia el ápex, pero se
identifica en toda el área precordial. Se identifica como el ruido que da
comienzo a la sístole, al final de la diástole que es más larga. Cuando existe
taquicardia, la diástole se acorta y se asemeja a la duración de la sístole; en
estos casos, conviene palpar concomitantemente el ápex cardíaco o un pulso
periférico ya que R1 coincide
con el comienzo del latido. Habitualmente se escucha como un ruido único, pero
en ocasiones se percibe desdoblado, especialmente en el foco tricúspide, en
inspiración profunda. En el ápex, R1 se escucha más intenso que R2;
en cambio en la base del corazón, R2 se escucha más intenso. Variaciones
que pueden ocurrir son las siguientes:
- R1 más
intenso: taquicardia, estados asociados a débito cardíaco elevado (p.ej.:
anemia, ejercicios, hipertiroidismo), estenosis mitral.
- R1 de
menor intensidad: bloqueo aurícula-ventricular de primer grado (los velos
de las válvulas han tenido tiempo para retroceder después de la
contracción auricular), insuficiencia mitral, cardiopatías asociadas a una
contractilidad miocárdica disminuida (p.ej.: insuficiencia cardíaca
congestiva).
- R1 varía
en su intensidad: arritmias como fibrilación auricular o en el bloqueo
completo aurícula-ventricular (al momento de ocurrir cada sístole, los
velos se encuentran en distinto grado de apertura por la disociación entre
la actividad de las aurículas y los ventrículos).
- R1 desdoblado:
normalmente se podría auscultar levemente desdoblado en el borde esternal
izquierdo bajo (el componente tricúspide es más débil); el desdoblamiento
es anormal en situaciones como bloqueo completo de la rama derecha y
contracciones ventriculares prematuras.
R2 (segundo ruido): se produce por el cierre
de las válvulas aórtica (A2) y pulmonar (P2). El
componente aórtico (A2) es más fuerte y se ausculta en todo el
precordio, desde el 2º espacio paraesternal derecho hasta el ápex. El
componente pulmonar (P2) es más débil y, en condiciones normales, se
ausculta en el 2º o 3er espacio
paraesternal izquierdo; no se escucha en el ápex o el foco aórtico.
Variaciones del segundo ruido se
encuentran en las siguientes situaciones:
- A2 más
intenso: en hipertensión arterial sistémica.
- A2 de
menor intensidad o no se escucha: en insuficiencia aórtica o estenosis
aórtica acentuada, velos aórticos calcificados; trastornos asociados a una
menor transmisión de los ruidos cardíacos (obesidad, enfisema,
taponamiento cardíaco); menor contractilidad miocárdica (shockcardiogénico).
- P2 más
intenso (llegando a ser de igual o mayor intensidad que A2): en
hipertensión pulmonar. Cuando se escucha el segundo ruido desdoblado en el
ápex o en el segundo espacio paraesternal derecho, P2 está acentuado.
- P2 de
menor intensidad o no se escucha: en estenosis acentuada de la válvula
pulmonar. Se escucha débil en condiciones en las que se transmiten menos
los ruidos (obesidad, enfisema).
- Desdoblamiento
fisiológico del segundo ruido: en la espiración, A2 y
P2 habitualmente
se escuchan formando un sólo ruido; en la inspiración, P2 se retrasa (por la mayor llegada
de sangre al corazón derecho) y se produce un desdoblamiento del segundo
ruido. Se ausculta en el 2º o 3erespacio paraesternal
izquierdo. En el ápex y el foco aórtico sólo se escucha el componente
aórtico (A2).
- Desdoblamiento
fijo del segundo ruido: es
cuando ambos componentes se auscultan con una separación que no varía con
la respiración. Se encuentra en la comunicación interauricular con
cortocircuito de izquierda a derecha y mayor flujo de sangre por la
válvula pulmonar.
- Desdoblamiento
amplio del segundo ruido (con alguna variación en la inspiración y la espiración, pero
siempre presente a lo largo del ciclo respiratorio). Se puede deber a un
retraso del cierre de la válvula pulmonar (p.ej.: estenosis pulmonar,
bloqueo completo de la rama derecha) o un cierre más precoz de la válvula
aórtica (p.ej.: insuficiencia mitral).
- Desdoblamiento
paradójico o invertido del segundo ruido: a diferencia del desdoblamiento anterior, en este caso el
componente aórtico (A2) está retrasado y ocurre después que P2 al final de la espiración. Durante
la inspiración, desaparece el desdoblamiento ya que ocurre el retraso
normal de P2 y A2 que se cierra un poco antes. Se
ve en estenosis aórtica severa y bloqueo completo de rama izquierda.
R3 (tercer ruido): se relaciona con el llene
rápido de los ventrículos (fase de llene ventricular pasivo) después que se han
abierto las válvulas aurícula-ventriculares; se produce por distensión de las
paredes ventriculares. Se debe diferenciar de un primer ruido desdoblado y de
un chasquido de apertura (tener presente que en una estenosis mitral o tricúspide
no se produce tercer ruido por la limitación del flujo). Es de tono bajo y se
ausculta mejor con la campana del estetoscopio aplicada con una presión suave. Cuando
se origina en el ventrículo izquierdo se escucha mejor en el ápex, en decúbito
semilateral izquierdo; si se origina en el ventrículo derecho conviene buscarlo
en el borde esternal izquierdo bajo, con el paciente en decúbito supino y con
la inspiración puede aumentar. Se encuentra en cuadros de insuficiencia
cardíaca y en regurgitación mitral o tricúspide. En estos casos, y
especialmente si se asocia a taquicardia, adquiere una cadencia de galope. Se
puede encontrar en condiciones fisiológicas en muchos niños, en adultos jóvenes
y en el tercer trimestre de un embarazo.
R4 (cuarto ruido): se debe a la contracción
de la aurícula al vaciarse en un ventrículo distendido (fase de llene
ventricular activo); se relaciona con vibraciones de las válvulas, los músculos
papilares y las paredes ventriculares. Ocurre al final de la diástole, justo
antes de R1. Es de tono bajo y se ausculta mejor con la campana del
estetoscopio. Cuando se origina en el corazón izquierdo se escucha en el ápex
en decúbito semilateral izquierdo y se encuentra en hipertensión arterial,
estenosis aórtica, miocardiopatía hipertrófica, enfermedad coronaria. Si se
origina en el corazón derecho, lo que es menos frecuente, se ausculta en el
borde esternal izquierdo bajo y aumenta con la inspiración; se encuentra en
hipertensión pulmonar y estenosis de la válvula pulmonar. Se debe diferenciar
de un primer ruido desdoblado. Junto con R1 y R2, puede dar una
cadencia de galope; si coexiste con R3, puede auscultarse un galope
cuádruple; si existe taquicardia, R3 y R4 se pueden fundir y se produce un galope
de sumisión. Ocasionalmente se puede escuchar un R4 en condiciones
normales en atletas o en personas mayores. Si existe una fibrilación auricular,
no es posible encontrar un cuarto ruido.
Chasquido de apertura. Se debe a la apertura de una válvula aurícula-ventricular
gruesa y estén hozada. Es más frecuente de encontrar por estenosis mitral. Es
de tono alto y ocurre al comienzo de la diástole, después del segundo ruido. Se
ausculta justo medial al ápex y en el borde esternal izquierdo bajo; si es muy
intenso se irradia al ápex y al área pulmonar. Con frecuencia es seguido por un
soplo en decrescendo.
Clic
sistólico: aórtico, pulmonar o por prolapso de la válvula mitral:
- Clic
de eyección aórtico: es
de tono alto y se ausculta con la membrana del estetoscopio. Se escucha
tanto en la base del corazón como en el ápex (incluso puede ser más
intenso en el ápex). En general, no varía con la respiración. Se puede
encontrar en estenosis de la válvula aórtica, válvula bicúspide,
dilatación de la aorta.
- Clic
de eyección pulmonar: se
ausculta en el 2º o 3er espacio
paraesternal derecho. Es de tono alto y se puede llegar a confundir con un
primer ruido en esta ubicación. Su intensidad disminuye con la
inspiración. Se puede encontrar en estenosis de la válvula pulmonar,
hipertensión pulmonar o dilatación de la arteria pulmonar.
- Clic
mezo o telé sistólico: se
debe al prolapso de un velo de la válvula mitral (habitualmente el
posterior). Es más frecuente en mujeres. Se escucha mejor en el ápex o el
borde paraesternal izquierdo bajo. Es de tono alto y se ausculta con la
membrana del estetoscopio. Habitualmente sigue un soplo telé sistólico de
regurgitación, en crescendo, hasta el segundo
ruido.
Frotes
pericárdicos.
Son ruidos ásperos que se deben al roce de las hojas inflamadas del pericardio
y se sobreponen a los ruidos normales. Conviene auscultarlos estando el
paciente en apnea espiratoria, sentado e inclinado hacia adelante. Se
recomienda aplicar algo de presión con el estetoscopio. Los ruidos se pueden
auscultar en la sístole y en la diástole; cuando es ubican sólo en la sístole
se pueden confundir con un soplo. La localización es variable, pero se escuchan
mejor en el 3er espacio
intercostal, a la izquierda del esternón. Podría palparse un
frémito.
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