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miércoles, 15 de febrero de 2012

Examen de la glándula parótida



Examen de la glándula parótida

La celda parotídea se encuentra por delante de la apófisis mastoides: tiene por delante la rama ascendente del maxilar inferior y por detrás la apófisis mastoides y el borde anterior del músculo esternocleidomastoideo; en su interior se encuentra la glándula parótida. Debe recordarse que esta glándula salival, tiene dos lóbulos, uno superficial y otro profundo y entre estos lóbulos transcurre el nervio facial.

La glándula descarga su contenido salival en el interior de la boca a través de su conducto excretor llamado de Stenon que desemboca a cada lado en la mucosa de la boca, a nivel de segundo molar superior.

Inspección: Se realiza observando al paciente sentado, de frente, situado el examinador al mismo nivel y la cabeza en posición normal.

                En esta posición se apreciará si existe alguna asimetría de la zona a explorar. Si en uno de los lados existiese un aumento de volumen se podrá apreciar la elevación del lóbulo de la oreja de ese lado, que pudiera corresponder a un tumor o aumento de volumen de la glándula parótida. De inmediato y sabiendo que el nervio facial pasa entre los dos lóbulos de la glándula, se debe explorar su función, y se realizan fundamentalmente las maniobras de invitar al paciente a enseñar los dientes y silbar. Si existe una parálisis del nervio de inmediato se pondrá de manifiesto al existir imposibilidad de elevación del carrillo y desviación de la boca hacia el lado afecto. Esto apunta a favor de un tumor maligno de la glándula con toma del nervio facial.

Palpación: Desde la misma posición si se quiere o el examinador de pie, se palpa toda la superficie de la glándula, colocándose por delante o detrás del paciente. Se prefiere palpar el lado izquierdo del paciente por delante y el lado derecho por detrás.
. Palpación de la celda parotídea. Se puede
hacer desde atrás y es el primer paso de la palpación
del cuello
Es posible, en los casos de aumento de volumen, encontrar que este es regular, uniforme, de consistencia elástica y algo doloroso, lo que puede corresponder a un crecimiento producto de una retención a causa de una obstrucción del conducto de Stenon.

Otras veces es un aumento de volumen regular, circunscrito, de consistencia dura, no doloroso, con las características de tumor y puede esto corresponder a un tumor mixto de la parótida que es el tumor más frecuente. Este tumor como se sabe es potencialmente maligno y en otros casos el tumor tiene las características francamente malignas, con superficie irregular, bordes poco precisos, de consistencia dura y acompañado de parálisis facial.
El examen del conducto de Stenon tiene particular importancia cuando sobre todo se sospecha como en el primer caso referido que existe una obstrucción. El primer paso es observar en el interior de la boca auxiliándonos con un depresor y una luz, la desembocadura a nivel del segundo molar superior. En casos de obstrucción se observará tumefacto y aumentado de volumen y además el obstáculo como sucede en los casos de un cálculo impactado.

Para el examen del conducto se realiza también la palpación de su trayecto, lo que se logra introduciendo el índice de una mano enguantada dentro de la boca del paciente, para entre este dedo y el dedo similar de la otra mano que se coloca por fuera, en la mejilla del paciente palpar en toda la extensión el conducto desde la glándula hasta la desembocadura. Así se puede apreciar por ejemplo la presencia de cálculos, que provoquen una retención retrógrada

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